En GRAI, cada colección nace de un sentir profundo, de un momento, de una emoción que encontró forma, aroma y fuego.

Fortaleza habla de la raíz. De aquello que nos sostiene incluso cuando todo tambalea. Son velas hechas en materiales sólidos como la resina y la piedra natural, para recordarte que tú también puedes sostenerte, reconstruirte y florecer con más fuerza.

Sentires es la colección más sensorial. La que transforma los aromas y las formas en caricias emocionales. Aquí, las velas se convierten en flores, regalos, rituales. Perfectas para decir con luz lo que a veces no sabemos cómo poner en palabras.

Claridad es la luz que atraviesa. El instante en que todo se hace más nítido. Su transparencia, reflejos y fragancias suaves te invitan a respirar hondo y mirar dentro con más compasión. Hechas en vidrio, estas velas son pequeños faros para el alma.

He llorado tanto es la más íntima. Un homenaje a la catarsis, al dolor que nos transforma y nos deja más humanos, más vivos. Con moldes únicos y poéticos, estas velas abrazan la vulnerabilidad como parte de la belleza. (Proximamente)

Cada colección representa un estado del alma, un capítulo distinto de una misma historia: la tuya.